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Una Vez Inactivo
Blake Pierce
Un Misterio de Riley Paige #14
ВЎUna obra maestra del gГ©nero del thriller y misterio! Pierce hizo un trabajo magnГfico desarrollando a los personajes psicolГіgicamente, tanto asГ que sientes que estГЎs en sus mentes, vives sus temores y aclamas sus Г©xitos. La trama es muy inteligente y el libro te mantendrГЎ entretenido de principio a fin. Este libro te mantendrГЎ pasando pГЎginas hasta bien entrada la noche debido a sus giros inesperados. Books and Movie Reviews, Roberto Mattos (sobre Una vez desaparecido) UNA VEZ INACTIVO es el libro #14 de la serie exitosa de misterio de Riley Paige, que comienza con el bestseller UNA VEZ DESAPARECIDO (Libro #1), ВЎuna descarga gratuita con mГЎs de 1. 000 opiniones de cinco estrellas! DespuГ©s de permanecer inactivo durante 10 aГ±os, un asesino en serie escurridizo ataca de nuevo, dejando pocas pistas. La Гєnica forma en que la agente especial del FBI Riley Paige podrГЎ atraparlo es resolviendo enigmas del pasado. Varias mujeres estГЎn apareciendo muertas, y en este thriller psicolГіgico oscuro, Riley Paige se da cuenta de que estГЎ en una carrera contra el tiempo. Los asesinatos del pasado eran demasiado desconcertantes como para ser resueltos en aquel entonces. ВїPodrГЎ Riley resolverlos ahora, que llevan 10 aГ±os enfriados? ВїY atar cabos para resolver los crГmenes del presente?Cuando Riley encuentra su vida personal en crisis, jugar al gato y al ratГіn con un brillante psicГіpata quizГЎ sea demasiado para ella. Sobre todo porque algo anda mal en este caso…Un thriller lleno de acciГіn con suspenso emocionante, UNA VEZ INACTIVO es el libro #14 de una nueva serie fascinante, con un nuevo personaje querido, que te dejarГЎ pasando pГЎginas hasta bien entrada la noche. El Libro #15 de la serie de Riley Paige estarГЎ disponible pronto.
Blake Pierce
UNA VEZ INACTIVO
Blake Pierce
Blake Pierce es el autor de la serie exitosa de misterio RILEY PAIGE que cuenta con trece libros hasta los momentos. Blake Pierce tambiГ©n es el autor de la serie de misterio de MACKENZIE WHITE (que cuenta con nueve libros), de la serie de misterio de AVERY BLACK (que cuenta con seis libros), de la serie de misterio de KERI LOCKE (que cuenta con cinco libros), de la serie de misterio LAS VIVENCIAS DE RILEY PAIGE (que cuenta con tres libros), de la serie de misterio de KATE WISE (que cuenta con dos libros), de la serie de misterio psicolГіgico de CHLOE FINE (que cuenta con dos libros) y de la serie de misterio psicolГіgico de JESSE HUNT (que cuenta con tres libros).
Blake Pierce es un ГЎvido lector y fan de toda la vida de los gГ©neros de misterio y los thriller. A Blake le encanta comunicarse con sus lectores, asГ que por favor no dudes en visitar su sitio web www.blakepierceauthor.com para saber mГЎs y mantenerte en contacto.
Derechos de autor В© 2018 por Blake Pierce. Todos los derechos reservados. A excepciГіn de lo permitido por la Ley de Derechos de Autor de Estados Unidos de 1976 y las leyes de propiedad intelectual, ninguna parte de esta publicaciГіn puede ser reproducida o distribuida en cualquier forma o por cualquier medio, o almacenada en un sistema de bases de datos o de recuperaciГіn sin el previo permiso del autor. Este libro electrГіnico estГЎ licenciado para tu disfrute personal solamente. Este libro electrГіnico no puede ser revendido o dado a otras personas. Si te gustarГa compartir este libro con otras personas, por favor compra una copia adicional para cada destinatario. Si estГЎs leyendo este libro y no lo compraste, o no fue comprado solo para tu uso, por favor regresa a Smashwords.com y compra tu propia copia. Gracias por respetar el trabajo arduo de este autor.В В Esta es una obra de ficciГіn. Los nombres, personajes, empresas, lugares, eventos e incidentes son o bien productos de la imaginaciГіn del autor o se emplean como ficciГіn. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es totalmente coincidente. Los derechos de autor de la imagen de la cubierta son de Pavel Chagochkin, utilizada bajo licencia de Shutterstock.com.
LIBROS ESCRITOS POR BLAKE PIERCE
SERIE DE MISTERIO PSICOLГ“GICO DE SUSPENSO DE JESSE HUNT
EL ESPOSA PERFECTA (Libro #1)
EL TIPO PERFECTO (Libro #2)
LA CASA PERFECTA (Libro #3)
SERIE DE MISTERIO PSICOLГ“GICO DE SUSPENSO DE CHLOE FINE
AL LADO (Libro #1)
LA MENTIRA DEL VECINO (Libro #2)
CALLEJГ“N SIN SALIDA (Libro #3)
SERIE DE MISTERIO DE KATE WISE
SI ELLA SUPIERA (Libro #1)
SI ELLA VIERA (Libro #2)
SERIE LAS VIVENCIAS DE RILEY PAIGE
VIGILANDO (Libro #1)
ESPERANDO (Libro #2)
ATRAYENDO (Libro #3)
SERIE DE MISTERIO DE RILEY PAIGE
UNA VEZ DESAPARECIDO (Libro #1)
UNA VEZ TOMADO (Libro #2)
UNA VEZ ANHELADO (Libro #3)
UNA VEZ ATRAГЌDO (Libro #4)
UNA VEZ CAZADO (Libro #5)
UNA VEZ AГ‘ORADO (Libro #6)
UNA VEZ ABANDONADO (Libro #7)
UNA VEZ ENFRIADO (Libro #8)
UNA VEZ ACECHADO (Libro #9)
UNA VEZ PERDIDO (Libro #10)
UNA VEZ ENTERRADO (Libro #11)
UNA VEZ ATADO (Libro #12)
UNA VEZ ATRAPADO (Libro #13)
UNA VEZ INACTIVO (Libro #14)
SERIE DE MISTERIO DE MACKENZIE WHITE
ANTES DE QUE MATE (Libro #1)
ANTES DE QUE VEA (Libro #2)
ANTES DE QUE CODICIE (Libro #3)
ANTES DE QUE SE LLEVE (Libro #4)
ANTES DE QUE NECESITE (Libro #5)
ANTES DE QUE SIENTA (Libro #6)
ANTES DE QUE PEQUE (Libro #7)
ANTES DE QUE CACE (Libro #8)
ANTES DE QUE ATRAPE (Libro #9)
ANTES DE QUE ANHELE (Libro #10)
SERIE DE MISTERIO DE AVERY BLACK
CAUSA PARA MATAR (Libro #1)
UNA RAZГ“N PARA HUIR (Libro #2)
UNA RAZГ“N PARA ESCONDERSE (Libro #3)
UNA RAZГ“N PARA TEMER (Libro #4)
UNA RAZГ“N PARA RESCATAR (Libro #5)
UNA RAZГ“N PARA ATERRARSE (Libro #6)
SERIE DE MISTERIO DE KERI LOCKE
UN RASTRO DE MUERTE (Libro #1)
UN RASTRO DE ASESINATO (Libro #2)
UN RASTRO DE VICIO (Libro #3)
UN RASTRO DE CRIMEN (Libro #4)
UN RASTRO DE ESPERANZA (Libro #5)
PRГ“LOGO
Gareth Ogden se encontraba en una gran playa con vistas al Golfo de MГ©xico. La marea estaba baja y el Golfo estaba quieto, no habГa ni una sola ola. Vio unas cuantas gaviotas en el cielo oscuro y oyГі sus graznidos cansados sobre el sonido de las olas.
TomГі una fumada de su cigarrillo y pensГі con una sonrisa amarga: В«Al parecer las gaviotas tambiГ©n odian este clima.В»
No estaba seguro de por quГ© se habГa molestado en venir hasta aquГ. SolГa disfrutar de los sonidos y los olores de la playa de noche. Tal vez era porque se estaba poniendo viejo, pero ahora le resultaba difГcil disfrutar de nada en este calor. Los veranos cada vez eran mГЎs calientes. Incluso ahora que ya habГa atardecido, la brisa no refrescaba nada, y la humedad era sofocante.
Se terminГі su cigarrillo y lo pisГі en la arena. Luego se dio la vuelta para caminar de regreso por el paseo marГtimo en direcciГіn a su casa, una estructura curtida que daba a la antigua carretera y la playa desierta.
Mientras avanzaba por la arena, Gareth pensГі en todas las reparaciones que habГa tenido que hacerle a su casa despuГ©s del Гєltimo huracГЎn que habГa tenido lugar hace solo unos aГ±os. HabГa tenido que reconstruir el gran porche y los escalones, y reemplazar una gran cantidad de revestimiento del techo y algunas tejas, pero habГa tenido suerte de que su casa no habГa sufrido daГ±os estructurales graves. Amos Crites, el dueГ±o de las casas a ambos lados de la de Gareth, habГa tenido que reconstruirlas casi por completo.
В«Esa maldita tormentaВ», pensГі mientras mataba un mosquito.
Los valores inmobiliarios habГan caГdo mucho desde entonces. Deseaba poder vender la casa y salir corriendo de Rushville, pero nadie pagarГa lo suficiente por ella.
Aunque Gareth habГa vivido toda su vida en este pueblo, no sentГa que realmente pertenecГa. Para Г©l, Rushville habГa decaГdo desde hace mucho tiempo, al menos desde que la interestatal habГa sido construida. SolГa ser un pequeГ±o pueblo turГstico de verano, pero esos dГas habГan quedado muy atrГЎs.
Gareth se abriГі paso entre una abertura en la valla de madera y llegГі a la calle frente a la playa. Cuando sintiГі las suelas de sus zapatos absorber el calor del pavimento, levantГі la mirada hacia su casa. El primer piso estaba iluminado.
В«Casi como si alguien viviera allГВ», pensГі.
Aunque В«vivirВ» no parecГa la palabra correcta, dado que no se sentГa vivo. Y pensar en Г©pocas mГЎs felices, cuando su esposa, Kay, todavГa estaba viva y estaban criando a su hija, Cathy, solo lo hacГa sentirse mГЎs deprimido.
Mientras caminaba por la acera que conducГa a su casa, Gareth vislumbrГі algo a travГ©s de la puerta mosquitera, una sombra que se movГa adentro.
«¿QuiГ©n podrГa ser?В», se preguntГі.
No le sorprendГa que algГєn visitante habГa entrado. La puerta principal siempre estaba abierta, asГ como tambiГ©n la puerta mosquitera. Los amigos de Gareth iban y venГan como les placГa.
—Es un paГs libre —les gustaba decirles.
Mientras subГa los escalones torcidos hasta el porche, Gareth pensГі que el visitante podrГa ser Amos Crites. Tal vez Amos habГa venido para revisar sus propiedades de playa. Gareth sabГa que nadie las habГa alquilado para el mes de agosto, un mes notoriamente caliente y pegajoso en esta ГЎrea.
В«SГ, apuesto a que es AmosВ», pensГі Gareth mientras cruzaba el porche.
Amos a menudo pasaba por su casa a hablar y quejarse de cualquier cosa, lo cual Gareth tambiГ©n hacГa con Г©l. Se supone que tal vez Amos y Г©l eran una mala influencia el uno para el otro…
В«Bueno, Вїpara quГ© son los amigos?В», pensГі.
Gareth estaba al otro lado de la puerta, sacudiГ©ndose arena de las sandalias.
–Hola, Amos —dijo en voz alta—. Agarra una cerveza de la nevera.
Esperó que Amos le dijera: —Ya la tengo.
Pero nadie respondiГі. Gareth supuso que tal vez Amos estaba en la cocina, agarrando una cerveza. O tal vez estaba mГЎs molesto que de costumbre. Eso no le molestaba a Gareth en absoluto, dado que los miserables quieren compaГ±Гa.
Gareth abriГі la puerta mosquitera y entrГі.
–Hola, Amos, ¿cómo estás? —dijo en voz alta.
Vio un destello de movimiento. Se volviГі y vislumbrГі una sombra recortada cerca de la lГЎmpara de la sala de estar.
Quienquiera que fuese se precipitГі sobre Gareth demasiado rГЎpido como para darle tiempo de hacer ninguna pregunta.
La figura levantГі un brazo y Gareth vislumbrГі un destello de acero. Algo duro golpeГі su frente, y luego sintiГі una explosiГіn de dolor.
Y despuГ©s de eso, nada.
CAPГЌTULO UNO
La luz solar brillaba sobre las olas mientras Samantha Kuehling conducГa la patrulla por la costa.
Sentado a su lado en el asiento del pasajero, su compañero Dominic Wolfe dijo: —Lo creeré cuando lo vea.
Sam no respondiГі.
Ni ella ni Dominic sabГan exactamente quГ© verГan.
Pero la verdad era que en estos momentos creerГa lo que sea.
HabГa conocido al niГ±o de catorce aГ±os, Wyatt Hitt, toda su vida. PodГa ser intratable, al igual que cualquier niГ±o de esa edad, pero no era mentiroso. Y habГa parecido histГ©rico cuando llamГі a la comisarГa hace un rato. HabГa dejado algo muy en claro: —Algo le pasГі a Gareth Ogden.Algo malo.
MГЎs allГЎ de eso, Sam no sabГa nada mГЎs. Y Dominic tampoco.
Mientras estacionГі el auto delante de la casa de Gareth, vio que Wyatt estaba sentado al final de los escalones que daban al porche. A su lado habГa una bolsa de tela de periГіdicos no entregados.
Cuando Sam y Dominic se salieron del auto y se acercaron a Г©l, el chico con cabello claro ni siquiera los mirГі. Solo siguiГі mirando al frente. La cara de Wyatt estaba aГєn mГЎs pГЎlida de lo habitual, y estaba temblando, a pesar de que la maГ±ana ya estaba bastante caliente.
В«EstГЎ en shockВ», se dio cuenta Sam.
Dominic le dijo: —Dinos lo que pasó.
Wyatt se incorporГі al oГr el sonido de la voz de Dominic y lo mirГі con ojos vidriosos. Luego balbuceГі en una voz ronca y asustada agravada por la adolescencia: —EstГЎ ahГ, en la casa. El Sr. Ogden…
Luego mirГі fijamente el Golfo de nuevo.
Sam y Dominic se miraron.
SabГa por la expresiГіn alarmada de Dominic que esto estaba volviГ©ndose real para Г©l.
Sam se estremeciГі al pensar: В«Tengo la sensaciГіn de que estГЎ a punto de volverse muy real para ambos.В»
Ella y Dominic subieron los escalones y cruzaron el porche. Cuando miraron a travГ©s de la puerta mosquitera, vieron a Gareth Ogden.
Dominic se tambaleГі hacia atrГЎs.
–¡Dios mГo! —gritГі.
Ogden estaba tumbado de espaldas en el piso, con los ojos y la boca abierta. TenГa una herida abierta y sangrante en la frente.
Luego Dominic giró de espaldas hacia los escalones y le gritó a Wyatt: —¿Qué demonios pasó? ¿Qué hiciste?
Sintiéndose un poco sorprendida de no compartir el pánico de Dominic, Sam tocó su brazo y le dijo en voz baja: —No hizo nada, Dom. Es solo un chico. Es solo un chico que reparte periódicos.
Dominic sacudiГі su mano y bajГі los escalones. ArrastrГі al pobre Wyatt a sus pies.
–¡Dime! —gritó Dominic—. ¿Qué hiciste? ¿Por qué lo hiciste?
Sam bajГі corriendo los escalones detrГЎs de Dominic. AgarrГі al policГa histГ©rico y tirГі de Г©l hacia el cГ©sped con fuerza.
–Déjalo en paz, Dom —dijo Sam—. Yo me encargo de esto, ¿de acuerdo?
La cara de Dominic parecГa tan pГЎlida como la de Wyatt, y Г©l tambiГ©n estaba temblando de la impresiГіn.
Dominic se limitГі a asentir, y Sam se dirigiГі de nuevo hacia Wyatt y lo ayudГі a sentarse.
Se agachГі delante de Г©l y le tocГі en el hombro.
Luego le dijo: —Todo va a estar bien, Wyatt. Solo respira profundo.
El pobre Wyatt no podГa seguir sus instrucciones. En cambio, parecГa estar hiperventilando y llorando al mismo tiempo.
Wyatt logrГі decir entre sus sollozos: —Vine a entregar su periГіdico y lo encontrГ© asГ.
Sam entrecerrГі los ojos, tratando de darle sentido a esto.
–¿Por qué subiste hasta el porche del Sr. Ogden? —preguntó—. ¿Por qué no simplemente tiraste el periódico al patio?
Wyatt se encogiГі de hombros y dijo: —Se molestaba cuando hacГa eso. Me decГa que hacГa demasiado ruido, que lo despertaba. Por eso me dijo que tenГa que subir hasta el porche y dejar el periГіdico entre la puerta mosquitera y la puerta principal. Me dijo que de lo contrario se volarГa. Por eso subГ y estuve a punto de abrir la puerta mosquitera hasta que vi… —Wyatt jadeГі y luego aГ±adió—. AsГ que te llamГ© al celular.
Sam le dio una palmada en el hombro y luego le dijo: —Todo va a estar bien. Hiciste lo correcto al llamar a la policГa. Ahora espera aquГ.
Wyatt miró su bolsa y dijo: —Pero aún tengo que repartir estos periódicos.
В«Pobre chicoВ», pensГі Sam.
Obviamente estaba confundido. AdemГЎs de eso, parecГa que se sentГa culpable. Sam supuso que era una reacciГіn natural.
–No tienes que hacer nada —le dijo—. No estГЎs en problemas. Todo va a estar bien. Ahora solo espera aquГ, como te dije.
Se levantГі del escalГіn y buscГі a Dominic, quien estaba de pie en el patio con la boca abierta.
Sam estaba empezando a enojarse.
В«No se estГЎ comportando como un policГaВ», pensГі.
Ella le dijo: —Dom, vamos. Tenemos que echarle un vistazo.
Dom se quedГі allГ como si fuera sordo y no sabГa que le habГa hablado.
Asà que Sam le dijo bruscamente: —Dominic, ven conmigo, maldita sea.
Dominic asintiГі y luego la siguiГі por los escalones hasta la casa.
Gareth Ogden yacГa explayado en el piso, usando sandalias, shorts y una camiseta. La herida en su frente parecГa extraГ±amente precisa y simГ©trica. Sam se agachГі para echarle un mejor vistazo.
Aún de pie, Dominic tartamudeó: —N… no toques nada.
Sam estuvo a punto de gruñir: —¿Qué crees que soy, una idiota?
ВїQuГ© policГa no sabГa que debГa tener cuidado en este tipo de escenas del crimen?
Pero en su lugar, levantГі la mirada hacia Dominic y vio que aГєn estaba pГЎlido y tembloroso.
«¿Y si se desmaya?», pensó.
Sam señaló un sillón cercano y dijo: —Siéntate, Dom.
Dominic hizo lo que le dijo sin decir nada.
Sam se preguntó: «¿Es primera vez que ve un cadáver?»
Su propia experiencia con cadГЎveres estaba limitada a los funerales de ataГєd abierto de sus abuelos. Por supuesto, esto era completamente diferente. Aun asГ, Sam se sentГa extraГ±amente tranquila y bajo control, casi como si se hubiera estado preparando para enfrentar algo asГ durante mucho tiempo.
Dominic obviamente no se sentГa igual.
MirГі la herida en la frente de Ogden de cerca. ParecГa la gran dolina que se habГa derrumbado bajo una carretera rural cerca de Rushville el aГ±o pasado, una gran cavidad abierta rara que no pertenecГa allГ.
MГЎs extraГ±o aГєn, su piel parecГa intacta, no desgarrada, pero sГ estirada por el objeto que la habГa golpeado.
Solo le tomГі a Sam un momento darse cuenta del objeto que habГa sido utilizado para matar a Ogden.
Le dijo a Dominic: —Alguien lo golpeó con un martillo.
Al parecer sintiГ©ndose menos aprensivo ahora, Dominic se levantГі del sillГіn, se arrodillГі junto a Sam y observГі el cadГЎver con atenciГіn.
–¿Cómo sabes que fue un martillo? —preguntó.
Dándose cuenta de que se trataba de un chiste de mal gusto, Sam dijo: —Sé mucho de herramientas.
Estaba diciendo la verdad. De niГ±a, su padre le enseГ±Гі mГЎs sobre herramientas que la mayorГa de los chicos del pueblo aprendГan en toda su vida. Y la hendidura en la frente de Ogden era igual que la punta redonda de un martillo comГєn y corriente.
La herida era demasiado grande para ser hecha por un martillo de bola.
AdemГЎs, solo un martillo mГЎs pesado habrГa podido dar un golpe tan mortal.
«Un martillo de orejas o un martillo de geólogo —pensó—. Uno o el otro.»
Le dijo a Dominic: —Me pregunto cómo entró el asesino.
–SГ© cГіmo —dijo Dominic—. Ogden no se molestaba en cerrar su puerta principal con llave, ni siquiera cuando salГa. A veces la dejaba abierta de noche. Sabes cГіmo son las personas que viven aquГ en la costa, estГєpidas y confiadas.
A Sam le pareciГі difГcil escuchar las palabras В«estГєpidasВ» y В«confiadasВ» en la misma oraciГіn.
La gente deberГa poder dejar sus casas abiertas en un pueblo como Rushville.
No habГa habido ningГєn delito violento aquГ durante aГ±os.
В«Bueno, ya no serГЎn tan confiadasВ», pensГі.
Sam dijo: —La pregunta es, ¿quién hizo esto?
Dominic se encogió de hombros y dijo: —No lo sé, pero parece que Ogden fue tomado por sorpresa.
Estudiando la expresiГіn salvaje en el rostro del cadГЎver, Sam asintiГі.
Dominic aГ±adiГі: —Mi conjetura es que el asesino es un completo extraГ±o, no alguien de por aquГ. Digo, Ogden era malo, pero nadie en el pueblo lo odiaba tanto. Y nadie por aquГ tiene dotes de asesino. Probablemente fue un vagabundo. Nos resultarГЎ difГcil atraparlo.
La idea la hizo estremecerse.
No podГan dejar que algo como esto volviera a pasar aquГ en Rushville.
В«Simplemente no podemosВ», pensГі.
AdemГЎs, sospechaba que Dominic estaba equivocado.
El asesino no era un vagabundo.
Ogden habГa sido asesinado por alguien que vivГa aquГ.
Por un lado, Sam sabГa a ciencia cierta que esta no era la primera vez que algo asГ pasaba en Rushville.
Pero tambiГ©n sabГa que ahora no era el momento de empezar a especular.
Ella le dijo a Dominic: —Tú llama al jefe Crane. Yo llamaré al médico forense del condado.
Dominic asintiГі y sacГі su telГ©fono celular.
Antes de alcanzar el suyo, Sam se limpiГі el sudor de su frente.
La mañana ya estaba bastante caliente…
В«Y se pondrГЎ mucho mГЎs calienteВ», pensГі.
CAPГЌTULO DOS
Riley Paige tomГі una gran bocanada de aire fresco.
Estaba sentada en el porche alto de la casa de playa en la que ella, su novio Blaine, y sus tres hijas adolescentes ya habГan pasado una semana. Abajo en la playa, habГa mГЎs veraneantes, y otros mГЎs en el agua. Riley vio a April, Jilly y Crystal jugando en las olas. Aunque habГa un salvavidas, Riley se alegrГі de que tenГa una buena vista de las chicas.
Blaine estaba sentado en el sillón de mimbre junto a ella. Le dijo: —¿Estás contenta de que aceptaste mi invitación para venir aqu�
Riley apretГі su mano y le dijo: —SГ, demasiado. Realmente podrГa acostumbrarme a esto.
–Eso espero —dijo Blaine, apretando su mano—. ¿Cuándo fue la última vez que tomaste unas vacaciones como esta?
La pregunta cogiГі a Riley por sorpresa.
–Realmente no tengo idea —dijo—. Años, supongo.
–Bueno, tienes mucho tiempo perdido por recuperar.
Riley sonriГі y pensГі: В«SГ, quГ© bueno que aГєn queda una semana de vacaciones.В»
Todos la habГan pasado muy bien hasta ahora. Un amigo adinerado de Blaine le habГa ofrecido su casa en Sandbridge durante dos semanas en agosto. Cuando Blaine las invitГі, Riley se habГa dado cuenta de que les debГa unas vacaciones a April y Jilly.
Ahora pensГі: В«TambiГ©n a mГ misma.В»
Tal vez si practicaba lo suficiente este verano, se acostumbrarГa a consentirse.
El primer dГa de vacaciones, Riley habГa estado sorprendida por lo elegante que era la casa atractiva levantada sobre pilotes con una maravillosa vista de la playa. Incluso tenГa una piscina al aire libre en la parte trasera.
HabГan llegado justo a tiempo para celebrar el decimosexto cumpleaГ±os de April. Riley y las chicas habГan pasado ese dГa de compras a unos veinticuatro kilГіmetros de distancia, en Virginia Beach, y tambiГ©n habГan visitado el acuario de ese pueblo. Y aunque apenas habГan salido de la casa desde entonces, las chicas no parecГan nada aburridas.
Blaine soltГі la mano de Riley y se levantГі de su sillГіn.
Riley le preguntó: —Oye ¿adónde crees que vas?
–A terminar de preparar la cena —dijo Blaine, antes de añadir con una sonrisa traviesa—: A menos que prefieras salir a comer.
Riley se echГі a reГr. Blaine era dueГ±o de un restaurante en Fredericksburg y tambiГ©n era un excelente chef. HabГa estado preparando cenas de mariscos desde su llegada.
–Eso está fuera de discusión —dijo Riley—. Ahora vete a la cocina y ponte a trabajar.
–Está bien, jefa —dijo Blaine, dándole un beso antes de entrar a la casa.
Riley observГі a las chicas jugando en las olas por unos momentos, y luego comenzГі a sentirse un poco inquieta y considerГі entrar para ayudar a Blaine con la cena.
Pero sabГa que solo le dirГa que le dejara la cocina a Г©l y que regresara afuera.
AsГ que Riley agarrГі la novela de espionaje que habГa estado leyendo. Aunque estaba demasiado mentalmente agotada ahora mismo como para darle sentido a la trama, igual la disfrutarГa.
DespuГ©s de un rato, sintiГі todo su cuerpo temblar, y se dio cuenta de que habГa dejado caer el libro a su lado. Se habГa quedado dormida durante unos minutos… Вїo por mГЎs tiempo?
Aunque realmente no importaba…
Se dio cuenta de que el sol se estaba poniendo y que la marea estaba mГЎs alta. El agua se veГa un poco mГЎs amenazante ahora.
Aunque habГa un salvavidas de servicio, Riley se sintiГі incГіmoda. Estuvo a punto de ponerse de pie para decirles a las chicas que ya era hora de salir del agua, pero parecГa que ellas habГan llegado a la misma conclusiГіn por su cuenta. Estaban en la playa haciendo un castillo de arena.
Riley respirГі un poco mГЎs tranquila por su buen juicio. En momentos como este, cuando el ocГ©ano parecГa mГЎs siniestro, Riley pensГі que este realmente no era un lugar donde los humanos pertenecГan. Algunas criaturas de las profundidades eran capaces de violencia terrible, por lo menos tan brutal y cruel como los monstruos humanos que cazaba como investigadora de la UAC.
Riley se estremeciГі al recordar las veces en que habГa tenido que proteger a su familia contra monstruos humanos suficientemente formidables. SabГa que jamГЎs podrГa con los monstruos de las profundidades.
En el Гєltimo caso en el que Riley habГa trabajado hace un mes, tuvo que lidiar con apuГ±alamientos violentos de hombres ricos y poderosos perpetrados en casas elegantes en Georgia. Desde entonces, su vida profesional habГa sido inusualmente tranquila… y un poco aburrida, a decir verdad.
HabГa estado actualizando registros, asistiendo a reuniones y hablГЎndoles a otros agentes sobre sus casos. Pero habГa disfrutado de las conferencias que les habГa dado a estudiantes de la Academia del FBI. Como investigadora experimentada y cГ©lebre, Riley era una conferenciante popular, al menos cuando estaba disponible.
Ver esas caras jГіvenes y aspirantes le recordaba a su propio idealismo en sus dГas como estudiante de la UAC. En esa Г©poca, se habГa sentido optimista ante la posibilidad de liberar al mundo de malhechores. Aunque ahora no sentГa el mismo optimismo, aГєn daba lo mejor de sГ.
«¿Qué más puedo hacer?» se preguntó.
Era el Гєnico trabajo que conocГa, y sabГa que era muy buena.
Oyó la voz de Blaine diciendo: —Riley, la cena está lista. Llama a las chicas.
Riley se puso de pie y les gritó a las chicas: —La cena está lista.
Las chicas se alejaron de su castillo de arena, el cual ya estaba bastante grande, y corrieron hacia la casa. Corrieron por debajo del porche donde Riley estaba sentada y hasta la parte trasera, donde se podrГan dar una ducha rГЎpida por la piscina.
Antes de entrar a la casa, Riley se puso de pie junto a la barandilla y vio que la marea ya se estaba llevando el castillo de arena de las chicas. Aunque Riley no pudo evitar sentirse un poco triste al respecto, se recordГі a sГ misma que eso era lo mГЎs normal del mundo.
No habГa pasado mucho tiempo en la playa de joven. No habГa tenido ese tipo de infancia. Pero por lo mucho que habГa pasado observando a las chicas jugar durante los Гєltimos dГas, sabГa que parte de la diversiГіn de construir castillos de arena era saber que serГan destruidos por la marea.
В«Una lecciГіn de vida saludable, supongoВ», pensГі.
Se quedГі mirando el castillo de arena desapareciendo en el agua durante unos momentos. Cuando oyГі a las tres chicas subiendo las escaleras traseras, caminГі por el porche alrededor de la casa para reunirse con ellas.
Una era la hija de diecisГ©is aГ±os de edad de Blaine, Crystal, quien era la mejor amiga de April. Otra era la hija recientemente adoptada de catorce aГ±os de edad de Riley, Jilly.
Mientras las tres chicas risueГ±as comenzaron a hacer un camino a su habitaciГіn para cambiarse sus trajes de baГ±o, Riley notГі un pequeГ±o corte en el muslo de Jilly.
Tomó a Jilly suavemente por el brazo y le dijo: —¿Cómo sucedió eso?
Jilly le echó un vistazo al corte y le dijo: —No sé. A veces soy un poco torpe. Quizá me golpeé con una espina u otra cosa afilada.
Riley se inclinГі para examinar el corte. No era muy profundo, y ya estaba empezando a encostrarse. Aun asГ, le pareciГі un poco extraГ±o. Recordaba que Jilly habГa tenido un corte similar en su antebrazo el dГa que habГan llegado aquГ. Jilly le habГa dicho que la gata de April, Marbles, la habГa araГ±ado. April lo habГa negado.
Jilly se apartГі de ella defensivamente.
–No es nada, mamá, ¿de acuerdo?
Riley dijo: —Hay un botiquГn de primeros auxilios en el baГ±o. Гљntate un poco de desinfectante antes de cenar.
–De acuerdo —dijo Jilly.
Riley vio a Jilly correr detrГЎs de April y Crystal a la habitaciГіn.
В«Nada de quГ© preocuparseВ», se dijo Riley a sГ misma.
Pero le era difГcil no preocuparse. Jilly habГa estado viviendo con ellas solo desde enero. Riley habГa rescatado a Jilly de circunstancias desesperadas cuando habГa estado trabajando en un caso en Arizona. DespuГ©s de algunas luchas legales y personales, Riley finalmente habГa podido adoptar a Jilly hace apenas un mes, y Jilly parecГa feliz con su nueva familia.
Además…
В«Es solo un pequeГ±o corte, nada de quГ© preocuparseВ», pensГі.
Riley fue a la cocina para ayudar a Blaine a poner la mesa y servir la cena. Las chicas pronto se unieron a ellos, y todos se sentaron a comer filetes fritos de platija servidos con salsa tГЎrtara. Todos estaban felices y riendo. Para cuando Blaine sirviГі pastel de queso de postre, una sensaciГіn cГЎlida y agradable se apoderГі de Riley.
В«Parecemos una familiaВ», pensГі.
O tal vez no… Tal vez…
В«Realmente somos una familia.В»
HacГa mucho tiempo que Riley no se sentГa asГ.
Cuando terminГі su postre, pensГі de nuevo: В«Realmente podrГa acostumbrarme a esto.В»
*
DespuГ©s de cenar, las chicas volvieron a su habitaciГіn para jugar antes de irse a dormir. Riley y Blaine fueron al porche, donde bebieron copas de vino mientras caГa la noche. Los dos guardaron silencio por un rato.
Riley disfrutГі de esa quietud y se dio cuenta de que Blaine tambiГ©n.
No recordaba haber compartido muchos momentos silenciosos, fГЎciles y cГіmodos como este con su ex esposo, Ryan. Casi siempre hablaban… o no se hablaban por una razГіn u otra. Y cuando no se hablaban, simplemente habГan habitado sus propios mundos separados.
Pero Blaine se sentГa una parte muy importante del mundo de Riley en este momento…
В«Y es un mundo muy hermosoВ», pensГі.
La luna era brillante, y mientras la noche se volviГі mГЎs oscura, las estrellas fueron apareciendo en grandes grupos. Se veГan increГblemente brillantes aquГ, lejos de las luces de la ciudad. Las olas oscuras del Golfo reflejaron la luz de la luna y las estrellas. A lo lejos, el horizonte se volviГі borroso y finalmente desapareciГі, de forma que el mar y el cielo parecГan uno solo.
Riley cerrГі los ojos y escuchГі las olas.
No habГa ningГєn otro ruido en absoluto, ni voces, ni televisiГіn, ni el trГЎfico urbano.
Riley suspirГі de felicidad.
Como contestando su suspiro, Blaine dijo: —Riley, me he estado preguntando…
Se detuvo. Riley abriГі los ojos y lo mirГі, sintiendo aprehensiГіn.
Luego Blaine continuó: —¿Sientes como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo o desde hace poco?
Riley sonriГі. Era una pregunta interesante. Se habГan conocido hace un aГ±o, y llevaban tres meses saliendo. Durante ese tiempo, se habГan acercado mucho.
Ellos y sus familias tambiГ©n habГan atravesado situaciones peligrosas juntos, donde Blaine habГa demostrado mucho ingenio y coraje.
Riley se preocupaba por Г©l, confiaba en Г©l y lo admiraba.
–Es difГcil de decir —le dijo a Blaine—. Ambas, supongo. Parece que nos conocemos desde hace mucho por lo mucho que nos hemos acercado. Y tambiГ©n parece que nos conocemos hace poco porque… bueno, porque a veces me sorprende lo rГЎpido que nos hemos acercado.
Otro silencio cayГі, un silencio que hizo a Riley entender que Blaine se sentГa exactamente igual.
Blaine finalmente dijo: —¿Qué crees que debe pasar ahora?
Riley lo mirГі a los ojos. Su mirada era seria y curiosa.
Riley sonrió y dijo lo primero que se le vino a la cabeza: —¿Blaine Hildreth… me estás pidiendo matrimonio?
Blaine sonrió y dijo: —Vamos adentro. Tengo algo que mostrarte.
CAPГЌTULO TRES
Riley se sentГa sin aliento. Todo un mundo de posibilidades parecГa estar abriГ©ndose delante de ella, y no tenГa idea de quГ© pensar.
Como no sabГa quГ© decir, solo cogiГі su copa de vino y siguiГі a Blaine hasta el comedor.
Blaine fue a gabinete y sacГі un gran rollo de papel. Cuando llegaron, Riley lo habГa visto sacando el rollo del auto junto con el resto del equipaje, pero no se habГa tomado la molestia de preguntarle quГ© era.
DesenrollГі el papel sobre la mesa del comedor, colocando copas en las esquinas para sujetarlo. ParecГan planos de diseГ±o.
–¿Qué es esto? —preguntó Riley.
–¿No la reconoces? —dijo Blaine—. Es mi casa.
Riley mirГі los planos con mГЎs cuidado, sintiГ©ndose un poco desconcertada.
Ella dijo: —Eh… parece muy grande para ser tu casa.
Blaine se echГі a reГr y dijo: —Eso es porque un ala entera aГєn no ha sido construida.
Riley se sintiГі emocionada mientras Blaine comenzГі a explicar los planos. Le mostrГі que la nueva ala incluirГa dormitorios para April y Jilly. Y, por supuesto, habrГa un apartamento para Gabriela, el ama de llaves que vivГa con Riley y las chicas, quien trabajarГa para todos una vez que se terminara la construcciГіn. El nuevo diseГ±o incluso incluГa una pequeГ±a oficina para Riley. No habГa tenido una oficina desde que Jilly se habГa mudado y la habГa necesitado para su dormitorio.
Riley estaba abrumada y emocionada a la vez.
Cuando Blaine terminó de explicar, Riley dijo: —¿Esta es tu forma de pedirme que me case contigo?
Blaine tartamudeГі: —Si, supongo que sГ. SГ© que no es muy romГЎntico. Ni siquiera tengo un anillo y aГєn no me he arrodillado.
Riley se echГі a reГr y dijo: —Blaine, si te arrodillas te juro por Dios que me echarГ© a reГr.
Blaine la mirГі sorprendido.
Pero Riley lo habГa dicho en serio. Tuvo un flashback al momento en que Ryan le pidiГі matrimonio hace mucho aГ±os, cuando ambos habГan sido jГіvenes y pobres; Ryan un abogado que apenas estaba empezando su carrera y Riley una pasante del FBI. Ryan se habГa adherido al ritual, arrodillГЎndose y ofreciГ©ndole un anillo que realmente no podГa permitirse.
Le habГa parecido muy romГЎntico en ese entonces.
Pero como las cosas habГan salido tan mal para ellos, el recuerdo ahora le parecГa un poco amargo.
La propuesta nada tradicional de Blaine parecГa perfecta en comparaciГіn.
Blaine puso su brazo alrededor de los hombros de Riley y la besГі en el cuello.
–Sabes, casarnos tendrГa ventajas prГЎcticas —le dijo—. No tendrГamos que dormir en habitaciones separadas cuando las chicas estГ©n en casa.
Riley sintiГі un cosquilleo de deseo ante su beso y sugerencia.
В«SГ, eso serГa una ventajaВ», pensГі.
No habГan podido compartir muchos momentos Гntimos. Los dos siempre estaban en habitaciones separadas… incluso en estas espectaculares vacaciones.
Riley suspiró profundo y dijo: —Es mucho qué pensar, Blaine. Los dos tenemos mucho qué pensar.
Blaine asintiГі. —Lo sГ©. Es por eso que no espero que saltes gritando В«SГ, sГ, sГВ» a todo pulmГіn. Solo quiero que sepas… que lo he estado pensando mucho. Espero que tГє tambiГ©n.
Riley sonriГі y admitiГі: —SГ, lo he pensado.
Se miraron a los ojos durante unos momentos. Una vez mГЎs, Riley disfrutГі del silencio entre ellos. Pero, por supuesto, sabГa que no podГan dejar todas esas preguntas dando vueltas por su mente.
Finalmente Riley dijo: —Volvamos afuera.
Rellenaron sus copas, salieron al porche y se sentaron de nuevo. La noche se volvГa mГЎs hermosa con cada minuto que pasaba.
Blaine se acercó, tomó la mano de Riley y dijo: —Sé que es una gran decisión. Tenemos mucho en qué pensar. Por un lado, ambos hemos estado casados antes. Y… bueno, estamos envejeciendo.
Riley pensГі en silencio: В«RazГіn de mГЎs para comprometernos.В»
Blaine continuГі: —Tal vez deberГamos comenzar haciendo una lista de todas las razones por las que esto podrГa no ser una buena idea.
Riley se echГі a reГr y dijo: —¿Tenemos que hacerlo, Blaine?
Pero sabГa perfectamente que tenГa razГіn.
В«Y yo debo ser la que empiece la listaВ», decidiГі.
RespirГі profundo y dijo: —Para empezar, tenemos que pensar en nuestras hijas. Tenemos tres adolescentes que cuidar. Si nos casamos tambiГ©n seremos padrastros, yo de tu hija y tГє de las mГas. Eso es un gran compromiso.
–Lo sé —dijo Blaine—. Me encanta la idea de ser un padre para April y Jilly.
Riley sintiГі un nudo en la garganta ante la sinceridad en su voz.
–Me siento igual respecto a Crystal —dijo Riley antes de añadir con una sonrisa—. Mis hijas tienen una gata y una perra. Espero no te moleste eso.
Blaine dijo: —No, para nada. Ni siquiera pediré un depósito por mascotas.
Su risa resonГі en el aire de la noche.
Luego Riley dijo: —De acuerdo, es tu turno.
Blaine suspiró profundo y dijo: —Bueno, ambos tenemos un ex.
Repitiendo su suspiro, Riley dijo: —SГ, eso es cierto.
Se estremeciГі al recordar su Гєnico encuentro con la ex esposa de Blaine, Phoebe. La mujer borracha habГa estado fГsicamente atacando a la pobre de Crystal hasta que Riley se la quitГі de encima.
Blaine le habГa dicho a Riley que casarse con Phoebe habГa sido un error de su juventud, antes de que tuviera idea de que ella era bipolar y un peligro para sГ misma y los demГЎs.
Adivinando los pensamientos de Riley, Blaine dijo: —Tengo tiempo sin saber de Phoebe. Ella vive con su hermano, Drew. Me comunico con Drew de vez en cuando. Dice que Phoebe estГЎ en rehabilitaciГіn y que estГЎ mucho mejor, pero ni siquiera piensa en Crystal y en mГ. Estoy seguro de que mГЎs nunca volverГЎ a formar parte de nuestras vidas.
Riley tragГі saliva y dijo: —Me gustarГa poder decir lo mismo de Ryan.
Blaine apretó la mano de Riley y dijo: —Bueno, él es el padre de April. Va a querer seguir siendo parte de sus vidas. De la de Jilly también. Lo entiendo.
–Estás siendo demasiado justo con él —dijo Riley.
–¿En serio? ¿Por qué?
Riley pensó: «¿Cómo podré explicárselo?»
El Гєnico intento de Ryan de reconciliarse con ella y regresar a casa habГa terminado desastrosamente, especialmente para Jilly y April, quienes aprendieron por las malas que no podГan contar con su padre.
Riley no tenГa idea de cuГЎntas novias habГa tenido.
Tomó un sorbo de vino y dijo: —No creo que veremos mucho de Ryan. Y creo que eso es lo mejor.
Riley y Blaine se quedaron en silencio durante unos momentos. Mientras miraban hacia la noche, sus preocupaciones sobre Phoebe y Ryan se esfumaron de su mente, y una vez mГЎs disfrutГі de la maravillosa calidez y confort de la compaГ±Гa de Blaine.
El silencio fue interrumpido por los sonidos de pisadas y risas a lo que las chicas salieron corriendo de su habitaciГіn. Estaban haciendo algo en la cocina, Riley supuso que sirviГ©ndose un aperitivo.
Entretanto, Riley y Blaine empezaron a hablar en voz baja de diferentes temas, si sus carreras muy diferentes podrГan encajar o no, que Riley tendrГa que vender la casa urbana que habГa comprado hace apenas un aГ±o, cГіmo manejarГan sus finanzas y otras cosas por el estilo.
Mientras hablaban, Riley se encontrГі pensando: В«Empezamos tratando de enumerar razones por las que casarnos no serГa una buena idea.В»
En cambio, parecГa una excelente idea.
Y lo verdaderamente hermoso era que ninguno de ellos tenГa que decirlo en voz alta.
В«DebГ haber dicho que sГВ», pensГі.
Sin duda se sentГa como si se estuvieran comprometiendo para casarse.
Y realmente le gustaba esa sensaciГіn.
Su conversaciГіn fue interrumpida cuando April llegГі corriendo al porche con el telГ©fono celular de Riley en la mano.
Estaba sonando.
Mientras le entregaba el teléfono a Riley, April dijo: —Oye, mamá, dejaste tu teléfono en la cocina. Tienes una llamada.
Riley contuvo un suspiro. SabГa que no querrГa hablar con quienquiera que la estaba llamando. Efectivamente vio que la persona que la estaba llamando era el agente especial Brent Meredith.
Se sintiГі terrible al darse cuenta de que la querГa de vuelta en el trabajo.
CAPГЌTULO CUATRO
Cuando Riley atendiГі la llamada, oyГі la voz ronca conocida de Meredith.
–¿Cómo te está yendo en tus vacaciones, agente Paige?
Riley se contuvo para no decir: —Bien hasta ahora.
En cambio respondió: —Excelente. Gracias.
Se levantГі de la silla y se alejГі un poco por el porche.
Meredith soltГі un gruГ±ido vacilante y luego dijo: —Mira, hemos estado recibiendo algunas llamadas telefГіnicas peculiares de una mujer policГa en Mississippi, de un pueblito costero llamado Rushville. EstГЎ trabajando en un caso de asesinato. Un hombre local fue asesinado de un martillazo en la cabeza y… —Meredith se detuvo de nuevo y luego dijo—: Cree que se trata de un asesino en serie.
–¿Por qué? —preguntó Riley.
–Porque algo similar ocurrió en Rushville hace unos diez años.
Riley entrecerró los ojos, sintiéndose sorprendida. Ella dijo: —Transcurrió mucho tiempo entre los asesinatos.
–SГ, lo sГ© —dijo Meredith—. HablГ© con su jefe, y Г©l dijo que no le prestara atenciГіn. Que solo era una policГa aburrida en busca de emociГіn. Sin embargo, ella sigue llamando y realmente no parece una loca, asГ que tal vez…
Meredith se quedГі callado de nuevo. Riley mirГі dentro de la casa y vio que Blaine estaba ayudando a las chicas a servirse algo de comida en la cocina. Se veГan tan felices. Riley se sintiГі terrible ante la idea de tener que terminar estas vacaciones antes de tiempo.
Entonces Meredith dijo: —Mira, supongo que estaba pensando que si estabas cansada de vacacionar y ansiosa de regresar al trabajo, tal vez podrГas viajar a Mississippi y…
Riley se sorprendiГі al oГr su propia voz interrumpirlo bruscamente.
–No.
Otro silencio cayГі, y Riley sintiГі el corazГіn en la garganta.
В«Dios mГo —pensó—. Acabo de decirle que no a Brent Meredith.В»
Nunca habГa hecho eso antes. Se sabГa que a Meredith no le gustaba esa palabra, especialmente cuando habГa trabajo que hacer.
Riley se preparГі para ser regaГ±ada. En cambio, oyГі un suspiro.
Meredith dijo: —SГ, debГ haberlo sabido. Probablemente no es nada de todos modos. Siento haberte molestado. Sigue disfrutando de tus vacaciones.
Meredith finalizГі la llamada, y Riley se quedГі en el porche mirando el telГ©fono.
Las palabras de Meredith resonaron en su cabeza: —Siento haberte molestado.
Eso no era propio de su jefe. No solГa pedir disculpas.
Entonces, ВїquГ© estaba pensando realmente?
Riley tenГa la sensaciГіn de que Meredith no creГa lo que acababa de decir: —Probablemente no es nada de todos modos.
Riley sospechaba que algo de la historia de la mujer policГa habГa despertado el interГ©s de Meredith, y que creГa que habГa un asesino en serie en Mississippi. Pero como no tenГa ninguna evidencia tangible, sentГa que no podГa ordenar a Riley a trabajar en el caso.
Mientras Riley miraba su telГ©fono, se encontrГі pensando: «¿DeberГa llamarlo? ВїDeberГa ir a Mississippi a investigar?В»
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de April: —¿Qué está pasando? ¿Se acabaron las vacaciones?
Riley vio que su hija se encontraba cerca en el porche, mirГЎndola con una expresiГіn amarga.
–¿Por qué piensas eso? —preguntó Riley.
April suspiró y dijo: —Por favor, mamá. Vi quién te estaba llamando. Tienes que trabajar en otro caso, ¿verdad?
Riley mirГі hacia la cocina y vio que Blaine y las otras dos niГ±as todavГa estaban sirviendo aperitivos. Pero Jilly estaba mirando a Riley con inquietud.
Riley se preguntó de repente: «¿En qué demonios estaba pensando?»
Le sonrió a April y dijo: —No, no me iré a ninguna parte. De hecho… —Su sonrisa ensanchándose, añadió—: Le dije que no.
Los ojos de April se abrieron de par en par. Luego regresó a la cocina gritando: —¡Oigan esto! ¡Mamá se negó a trabajar en un caso!
Las otras dos chicas empezaron a gritar —¡SГ! y —¡AsГ se hace! mientras que Blaine contemplГі a Riley.
Luego Jilly le dijo a su hermana en broma: —Te lo dije. Te lo dije que dirГa que no.
April replicó: —No, no lo hiciste. Estabas aún más preocupada que yo.
–Claro que no —dijo Jilly—. Me debes diez dólares.
–¡Nunca apostamos!
–¡Sà lo hicimos!
Las dos chicas se golpearon en broma, riendo mientras discutГan.
Riley tambiГ©n se echГі a reГr dijo: —Ya, chicas. SepГЎrense. No discutan. No arruinen estas vacaciones perfectas. Vamos a comer.
Riley se sentГі a comer unos aperitivos con el grupo.
Mientras comГan, ella y Blaine siguieron mirГЎndose el uno al otro de forma amorosa.
Eran una pareja con tres hijas adolescentes que criar.
Riley se preguntó: «¿Cuándo fue la última vez que tuve una noche tan maravillosa?»
*
Riley estaba caminando descalza por la playa, viendo la luz de la maГ±ana brillar sobre las olas. Escuchaba los graznidos de las gaviotas y la brisa era fresca.
В«SerГЎ un hermoso dГaВ», pensГі.
Pero aun asГ, algo parecГa estar muy mal.
TardГі un momento en darse cuenta: В«Estoy sola.В»
BuscГі por la playa y no vio a nadie por ningГєn lado.
«¿Dónde están?», se preguntó.
ВїDГіnde estaban April, Jilly y Crystal?
ВїY dГіnde estaba Blaine?
ComenzГі a sentir un temor extraГ±o que la hizo pensar: В«Tal vez lo soГ±Г© todo.В»
SГ, tal vez la noche anterior nunca sucedió…
Los momentos amorosos con Blaine mientras planeaban su futuro juntos.
La risa de sus dos hijas, y tambiГ©n de Crystal, quien estaba a punto de convertirse en su tercera hija.
La sensaciГіn cГЎlida y agradable de pertenencia, un sentimiento que habГa pasado toda su vida buscando y anhelando.
Solo un sueГ±o.
Y ahora estaba sola, muy sola.
Justo entonces oyГі risas y voces detrГЎs de ella.
Se dio la vuelta y los vio…
Blaine, Crystal, April y Jilly estaban corriendo y lanzando una pelota de playa entre sГ.
Riley respirГі de alivio.
«Por supuesto que fue real —pensó—.Por supuesto que no lo imaginé.»
Riley se echГі a reГr y comenzГі a correr para alcanzarlos.
Pero entonces algo duro e invisible la detuvo en seco.
Era una especie de barrera que la separaba de las personas que mГЎs amaba.
Riley caminГі a lo largo de la barrera, pasando sus manos por ella, pensando: В«Tal vez hay una forma de cruzarla.В»
Entonces oyГі una risita conocida.
—RГndete, niГ±a —dijo una voz—. Esa vida no es para ti.
Riley se dio la vuelta y vio a alguien a pocos pasos de ella.
Era un hombre que llevaba el uniforme de gala de un coronel de la Marina. Era alto y desgarbado, con el rostro desgastado y arrugado por muchos aГ±os de ira y alcohol.
Era el Гєltimo ser humano en el mundo que Riley querГa ver.
—Papi —murmuró con desesperación.
Su padre se echГі a reГr y le dijo: —Oye, no estГ©s triste. PensГ© que estarГas contenta de volver a reunirte con tu propia carne y sangre.
—Estás muerto —dijo Riley.
Papá se encogió de hombros y dijo: —Bueno, como ya sabes, eso no me impide venir a verte cada cierto tiempo.
Riley se dio cuenta de que eso era cierto.
Esta no era la primera vez que habГa visto a su padre desde su muerte el aГ±o pasado.
Y esta no era la primera vez que habГa sido sorprendida por su presencia. No entendГa cГіmo podГa estar hablando con un hombre muerto.
Pero sabГa algo con certeza.
No querГa tener nada que ver con Г©l.
QuerГa estar con personas que no la hacГan odiarse a sГ misma.
Se dio la vuelta y comenzГі a caminar hacia Blaine y las chicas, quienes todavГa estaban jugando con la pelota de playa.
Una vez mГЎs fue detenida por la barrera invisible.
Su padre se echГі a reГr y dijo: —¿CuГЎntas veces tengo que decГrtelo? No tienes nada que ver con ellos.
Todo el cuerpo de Riley comenzГі a temblar, aunque no sabГa si era por rabia o angustia.
Se volvió hacia su padre y gritó: —¡Déjame en paz!
—¿Segura? —dijo su padre—. Soy todo lo que tienes. Soy todo lo que eres.
Riley gruñó: —No me parezco en nada a ti. Sé lo que significa amar y ser amada.
Su padre negГі con la cabeza y arrastrГі los pies en la arena. Luego dijo: —Tu vida es una locura. Buscas hacer justicia para personas que ya estГЎn muertas, exactamente las personas que ya no necesitan justicia. Igual a lo que vivГ en Vietnam, una estГєpida guerra que no habГa forma de ganar. Pero no tienes otra opciГіn, y es el momento de hacer las paces con eso. Es una cazadora, como yo. AsГ te criГ©. Eso es todo lo que conocemos.
Riley lo mirГі a los ojos, poniendo a prueba su voluntad.
A veces lo hacГa parpadear.
Pero esta no fue una de esas veces.
Ella parpadeГі primero y apartГі la mirada.
Su padre esbozГі una sonrisa maliciosa y le dijo: —Si quieres estar sola, adelante. Tampoco estoy disfrutando de tu compaГ±Гa.
Se dio la vuelta y se alejГі por la playa.
Riley se dio la vuelta, y esta vez los vio a todos alejГЎndose. April y Jilly tomadas de la mano y Blaine y Crystal alejГЎndose en otra direcciГіn.
Cuando empezaron a desaparecer, Riley golpeó la barrera y trató de gritar: —¡Regresen! ¡Regresen, por favor! ¡Los amo!
Aunque sus labios se movГan, no estaba emitiendo ningГєn sonido.
*
Los ojos de Riley se abrieron de golpe y se encontrГі tendida en la cama.
«Un sueño —pensó—. Debà haber sabido que era un sueño.»
A veces veГa a su padre en sus sueГ±os.
Esa era la Гєnica forma de verlo, dado que estaba muerto.
TardГі un momento en darse cuenta de que estaba llorando.
La soledad abrumadora, alejada de las personas que más amaba, las palabras de advertencia de su padre…
—Eres una cazadora, como yo.
No era de extraГ±ar que habГa despertado tan angustiada.
AlcanzГі un paГ±uelo de papel y logrГі calmar su llanto. Pero incluso entonces, la sensaciГіn de soledad no desaparecГa. RecordГі que las chicas estaban durmiendo en otra habitaciГіn, y que Blaine estaba en otra.
Pero le pareciГі difГcil de creer.
Sola en la oscuridad, se sintiГі como si los demГЎs estaban muy lejos, al otro lado del mundo.
PensГі en levantarse, andar de puntillas por el pasillo y entrar en la habitaciГіn de Blaine, pero luego pensГі en las chicas.
Se estaban alojando en habitaciones separadas por ellas.
TratГі de volver a dormir, pero no pudo evitar pensar: В«Un martillazo. Alguien en Mississippi fue asesinado de un martillazo.В»
Se dijo a sГ misma que no era su caso, que le habГa dicho que no a Brent Meredith.
Pero incluso cuando finalmente volvió a dormirse, esos pensamientos no se fueron…
В«Hay un asesino suelto. Hay un caso que resolver.В»
CAPГЌTULO CINCO
Cuando entrГі en la comisarГa de Rushville a primera hora de la maГ±ana, Samantha tenГa la sensaciГіn de que estarГa en problemas. Ayer habГa hecho un par de llamadas que tal vez no debiГі haber hecho.
В«Tal vez debo aprender a no meterme donde no me llamanВ», pensГі.
Pero le resultaba difГcil no meterse en asuntos ajenos.
Siempre trataba de arreglar las cosas, cosas que a veces no tenГan arreglo, o cosas que otras personas no querГan que fueran arregladas.
Como era habitual cuando se presentaba a trabajar, Sam no vio a ningГєn otro policГa, solo la secretaria del jefe, Mary Ruckle.
Sus compañeros la molestaban mucho por eso…
—Sam, la confiable. Siempre la primera en llegar y la última en irse.
Pero nunca lo decГan de buena forma. Sin embargo, estaba acostumbrada a que la gente se burlara de ella. Era la policГa mГЎs joven y nueva en la fuerza policial de Rushville. Tampoco era de ayuda que era la Гєnica mujer policГa.
Por un momento, Mary Ruckle no pareciГі notar la llegada de Sam. Estaba arreglГЎndose las uГ±as, su ocupaciГіn habitual durante la mayor parte de su dГa de trabajo. Sam no entendГa el atractivo de arreglarse las uГ±as. Siempre mantenГa las suyas cortas y cuadradas, razГіn por la cual muchas personas creГan que era poco femenina.
Mary Ruckle no le parecГa nada atractiva. Su cara era apretada y mezquina, como si estuviera pellizcada por una pinza de ropa. Sin embargo, Mary estaba casada y tenГa tres hijos, y poca gente en Rushville previГі ese tipo de vida para Sam.
Sam ni siquiera sabГa si querГa ese tipo de vida para sГ misma. Trataba de no pensar demasiado en el futuro. Tal vez por eso se centraba en todo lo que el presente le deparaba. En realidad no podГa imaginarse un futuro para sГ misma, al menos no entre las opciones que parecГan estar disponibles.
Mary se sopló las uñas, miró a Sam y dijo: —El jefe Crane quiere hablar contigo.
Sam asintiГі con un suspiro.
В«Tal como esperabaВ», pensГі.
Hizo su camino a su oficina y encontrГі al jefe Carter Crane jugando al Tetris en su computadora.
–Un minuto —dijo al escuchar a Sam entrar en la oficina.
Probablemente distraГdo por la llegada de Sam, perdiГі el juego poco despuГ©s.
–Maldita sea —dijo Crane, mirando la pantalla.
Sam se preparГі. Probablemente estaba molesto con ella. Perder el juego de Tetris no mejorarГa su estado de ГЎnimo.
El jefe se dio la vuelta en su silla giratoria y dijo: —Kuehling, siéntate.
Sam se sentГі obedientemente frente a su escritorio.
El jefe Crane juntГі las yemas de sus dedos y la mirГі por un momento, tratando, como de costumbre, de parecer al pez gordo que se creГa ser. Y, como de costumbre, Sam no estaba impresionada.
Crane tenГa unos treinta aГ±os y era de aspecto agradable. Para Sam, parecГa mГЎs un asegurador que un jefe de policГa. En cambio, habГa escalado al puesto de jefe de policГa debido al vacГo de poder que el jefe Jason Swihart habГa dejado cuando se retirГі de repente hace dos aГ±os.
Swihart habГa sido un buen jefe y le habГa agradado a todo el mundo, incluyendo a Sam. HabГa sido ofrecido un gran trabajo con una empresa de seguridad en Silicon Valley, y comprensiblemente habГa pasado a pastos mГЎs verdes.
AsГ que ahora Sam y los otros policГas respondГan al jefe Carter Crane. Para Sam, era un mediocre en un departamento lleno de mediocres. Sam nunca lo admitirГa en voz alta, pero se sentГa segura de que era mГЎs inteligente que Crane y el resto de los policГas.
В«SerГa bueno tener la oportunidad de demostrarloВ», pensГі.
Finalmente Crane dijo: —RecibГ una llamada telefГіnica interesante anoche, del agente especial Brent Meredith de Quantico. Nunca me creerГas lo que me dijo. Aunque tal vez sГ…
Sam gruГ±Гі con disgusto y dijo: —Por favor, jefe. Vamos directo al grano. LlamГ© al FBI ayer por la tarde. HablГ© con varias personas antes de que finalmente hablГ© con Meredith. Supuse que alguien deberГa llamar al FBI. DeberГan estar aquГ ayudГЎndonos.
Crane sonriГі y dijo: —No me digas. Es porque todavГa piensas que el asesinato de Gareth Ogden anteanoche fue obra de un asesino en serie que vive aquГ en Rushville.
Sam puso los ojos en blanco.
–¿Tengo que explicarlo todo de nuevo? —dijo Sam—. Toda la familia Bonnett fue asesinada aquà hace diez años. Alguien los mató a todos a martillazos. El caso nunca fue resuelto.
Crane asintió y dijo: —Y crees que el mismo asesino volvió a atacar diez años después.
Sam se encogió de hombros y dijo: —Es bastante obvio que hay alguna conexión. El MO es idéntico.
Crane levantГі la voz un poco.
–No hay conexiГіn. Hablamos de esto ayer. El MO es solo una coincidencia. Para mГ, Gareth Ogden fue asesinado por un vagabundo que pasaba por el pueblo. Estamos siguiendo todas las pistas posibles. Pero a menos que haga lo mismo en otro lugar, de seguro nunca lo atraparemos.
Sam sintiГі una oleada de impaciencia.
Ella dijo: —Si solo era un vagabundo, ¿por qué no se encontró ninguna señal de robo?
Crane golpeГі la mesa con la palma de su mano.
–Maldita sea, tú no sabes rendirte. No sabemos que no hubo robo. Ogden era tan tonto que dejaba su puerta principal abierta. Tal vez también era lo suficientemente tonto como para dejar un fajo de billetes sobre su mesa de centro. Quizá el asesino lo vio y decidió robarlo, martillando la cabeza de Ogden en el proceso. —Acunando sus dedos de nuevo, Crane añadió—: No te parece eso más plausible que algún psicópata que ha pasado diez años… ¿haciendo qué, exactamente? ¿Hibernando, tal vez?
Sam respirГі profundo.
В«No te pongas a discutir con Г©l de nuevoВ», se dijo a sГ misma.
No tenГa sentido volver a explicar por quГ© esa teorГa le parecГa poco probable. Por un lado, Вїy quГ© del martillo? Se habГa dado cuenta de que los martillos de Ogden seguГan en su caja de herramientas. ВїEntonces el asesino carga consigo un martillo por cada pueblo por el que pasa?
SГ, era posible.
Pero tambiГ©n le parecГa un poco ridГculo.
Crane gruГ±Гі y aГ±adiГі: —Le dije a Meredith que estabas aburrida y que eras demasiado imaginativa y que lo olvidara. Pero, francamente, toda la conversaciГіn fue vergonzosa. No me gusta cuando la gente pasa por encima de mГ. No tenГas ningГєn derecho a hacer esas llamadas telefГіnicas. Pedirle ayuda al FBI es mi trabajo, no el tuyo.
Sam estaba moliendo los dientes, luchando por contener sus pensamientos.
AlcanzГі a decir en voz baja: —SГ, jefe.
Crane dio un suspiro de aparente alivio y dijo: —DejarГ© esto pasar, lo que significa que no tomarГ© ninguna medida disciplinaria. La verdad es que preferirГa que nadie se enterara de que esto sucediГі. ВїLe hablaste a alguien de lo que hiciste?
–No, jefe.
–Ni se te ocurra hacerlo —dijo Crane antes de volverse y comenzar un nuevo juego de Tetris mientras Sam salГa de su oficina.
Se dirigiГі a su escritorio, se sentГі y meditГі en silencio.
В«ExplotarГ© si no puedo hablar con nadie de estoВ», pensГі.
Pero acababa de prometer que no tocarГa el tema con los otros policГas.
Entonces, Вїcon quiГ©n mГЎs podrГa hablar?
En ese momento se le ocurriГі una persona… el motivo por el que estaba aquГ, tratando de hacer este trabajo…
Mi papГЎ.
HabГa sido policГa aquГ cuando la familia Bonnett fue asesinada.
El hecho de que el caso nunca se resolviГі lo habГa atormentado durante aГ±os.
«Tal vez papá pueda decirme algo —pensó—. Tal vez tenga buenas ideas.»
Pero se le cayГі el alma a los pies al darse cuenta de que no serГa buena idea. Su padre estaba en un asilo y sufrГa de ataques de demencia. TenГa sus dГas buenos y sus dГas malos, pero hablarle de un caso de su pasado de seguro lo confundirГa y molestarГa. Sam no querГa hacer eso.
En este momento no tenГa nada mГЎs que hacer hasta que su compaГ±ero, Dominic, se presentara a trabajar. Esperaba que llegara pronto para que pudieran hacer una ronda antes de que el calor se pusiera insoportable. SegГєn el pronГіstico del clima, hoy la temperatura batirГa rГ©cords.
Entretanto, no tenГa ningГєn sentido preocuparse por cosas que se salГan de sus manos, ni siquiera por la posibilidad de que habГa un asesino en serie en Rushville, preparГЎndose para atacar de nuevo.
В«Trata de no pensar en esoВ», se dijo a sГ misma.
Luego se echГі a reГr y murmurГі en voz alta: —Vamos… SГ© que pasarГ© todo el dГa pensando en eso.
CAPГЌTULO SEIS
El telГ©fono celular de Riley sonГі mientras Blaine conducГa de vuelta a Fredericksburg. Le sorprendiГі y alarmГі ver quiГ©n la estaba llamando.
«¿Es una emergencia?», se preguntó.
Gabriela nunca la llamaba solo para charlar, y no habГa llamado ni una sola vez durante las dos semanas que habГan pasado en la playa. Solo habГa enviado algunos mensajes de texto informando que todo estaba bien en casa.
Riley se preocupó más cuando atendió la llamada y oyó la voz alarmada de Gabriela decir: —Señora Riley, ¿cuándo llega a casa?
–En aproximadamente media hora —dijo Riley—. ¿Por qué?
OyГі a Gabriela inhalar bruscamente. Luego dijo: —Él estГЎ aquГ.
–¿Quién está ah� —preguntó Riley.
Cuando Gabriela no respondió de inmediato, Riley entendió…
–Dios mГo —dijo—. ВїRyan estГЎ ahГ?
–Sà —dijo Gabriela.
–¿Qué es lo que quiere? —preguntó Riley.
–No me lo ha dicho. Pero mencionó que es importante. Está esperándote.
Riley estuvo a punto de pedirle aВ Gabriela que la comunicara con Ryan. Pero entonces se le ocurriГі que Ryan probablemente no querrГa decГrselo por telГ©fono. No con todos los demГЎs allГ en el auto.
En su lugar, Riley dijo: —Dile que estaré en casa pronto.
–Eso haré —dijo Gabriela.
Finalizaron la llamada y Riley se quedГі mirando por la ventana del VUD.
Después de un momento. Blaine dijo: —Eh… ¿Te oà decir algo sobre…?
Riley asintiГі.
Sentadas detrГЎs de ellos escuchando mГєsica, las chicas no habГan estado escuchando nada hasta ahora.
–¿Qué? —preguntó April—. ¿Qué está pasando?
Riley suspiró y dijo: —Es tu padre. Está en casa esperándonos.
April y Jilly jadearon en voz alta.
Luego Jilly dijo: —¿Por qué no le dijiste a Gabriela que lo hiciera irse?
Riley se sintiГі tentada a decir que aunque eso es lo que habГa querГa hacer, sabГa que no debГa dejarle esa tarea a Gabriela.
En su lugar, dijo: —Sabes que no puedo hacer eso.
April y Jilly gimieron con consternaciГіn.
Riley entendГa cГіmo se sentГan sus hijas. La Гєltima visita no anunciada de Ryan a su casa habГa sido desagradable para todos, incluyendo Ryan. Su intento de engatusarlas le habГa salido por la culata. April habГa sido frГa con Г©l, y Jilly habГa sido muy grosera.
Pero Riley no podГa culparlas.
Ryan las habГa ilusionado demasiadas veces para solo terminar decepcionГЎndolas. Ahora las chicas no querГan tener nada que ver con Г©l.
«¿Que es lo que quiere ahora?», se preguntó Riley, suspirando de nuevo.
Fuera lo que fuese, esperaba que no amargara el recuerdo de estas vacaciones. HabГan pasado dos semanas muy preciosas, a pesar del sueГ±o de Riley sobre su padre. Desde entonces, habГa hecho todo lo posible para sacar la llamada del agente Meredith de su mente.
Pero ahora el hecho de que Ryan habГa aparecido pareciГі desencadenar sus pensamientos oscuros de nuevo.
«Un martillo —pensó—. Alguien fue asesinado con un martillo.»
Se recordГі a sГ misma que habГa hecho lo correcto al decirle que no al jefe Meredith. AdemГЎs, no la habГa vuelto a llamar, lo que seguramente significaba que no estaba muy preocupado despuГ©s de todo.
В«Probablemente no fue nada —pensГі Riley—.В Solo un caso que la policГa local debe resolver por su cuenta.В»
*
Todos se sintieron muy ansiosos cuando Blaine detuvo su VUD frente a la casa adosada de Riley. Un Audi costoso estaba estacionado en el frente. Era el auto de Ryan, por supuesto, pero Riley no recordaba si era el mismo auto que habГa tenido la Гєltima vez que habГa venido aquГ. Le gustaba tener el Гєltimo modelo de auto, sin importar el precio.
Una vez que se estacionaron, Blaine comenzГі a temblar un poco. QuerГa ayudar a Riley y sus dos hijas a llevar su equipaje a la casa, pero…
–¿Será extraño? —le preguntó Blaine a Riley.
Riley contuvo un gemido.
В«Por supuestoВ», pensГі.
Blaine y Ryan se habГan visto poco, pero esos encuentros apenas habГan sido amables, al menos por parte de Ryan. Blaine habГa hecho todo lo posible para ser agradable, pero Ryan habГa sido hosco y hostil.
Riley, April y Jilly fГЎcilmente metieron todo su equipaje en la casa en un solo viaje. En realidad no necesitaban la ayuda de Blaine, y Riley no querГa que Blaine se sintiera incГіmodo, y sin embargo…
«¿Por quГ© demonios deberГa sentirse incГіmodo en mi propia casa?В», pensГі.
Decirle a Blaine y Crystal que se fueran no era la forma de solucionar este problema.
Riley le dijo a Blaine: —Pasen adelante.
Gabriela los recibiГі a todos en la puerta, junto con la perrita orejona de Jilly, Darby. La perrita saltГі alrededor de ellos con deleite, pero Gabriela no se veГa nada feliz.
A lo que colocaron el equipaje en la entrada, Riley vio a Ryan sentado en la sala de estar. Riley se alarmó al ver que estaba flanqueado por dos maletas…
«¿Tiene pensado quedarse?», pensó.
La gatita blanca y negra de April, Marbles, yacГa cГіmodamente en su regazo.
Ryan levantГі la mirada y dejГі de acariciar a Marbles.
Sonrió débilmente y dijo en una voz bastante patética: —¡Una gatita y una perrita! ¡Vaya, todo esto sà que es nuevo!
Con un suspiro de fastidio, April quitГі a Marbles de su regazo.
Eso pareciГі lastimar a Ryan. Pero Riley entendГa cГіmo se sentГa April.
Mientras April y Jilly se dirigieron hacia las escaleras, Riley dijo: —Un momento, chicas. ¿No tienen algo que decirles a Blaine y Crystal?
Pareciendo un poco avergonzadas por su falta de modales, April y Jilly les dieron las gracias a Blaine y Crystal por todo.
Crystal abrazó a sus dos hijas y luego le dijo a April: —Te llamo mañana.
–Ahora llévense sus cosas consigo —les dijo Riley a sus hijas.
April y Jilly agarraron su equipaje obedientemente. Jilly recogiГі la mayor parte de las cosas, dado que April estaba cargando a Marbles. Luego ambas se dirigieron hacia las escaleras, y Darby correteГі detrГЎs de ellas. Segundos despuГ©s oyГі las puertas de sus dormitorios cerrarse de golpe detrГЎs de ellas.
Gabriela mirГі a Ryan con consternaciГіn y luego se dio la vuelta para dirigirse a su propio apartamento.
Ryan mirГі a Blaine y dijo tГmidamente: —Hola, Blaine. Espero que hayan tenido unas buenas vacaciones.
Riley quedГі boquiabierta.
В«EstГЎ tratando de ser educadoВ», pensГі.
En ese momento supo que algo debГa estar muy mal.
Blaine saludó a Ryan con la mano y dijo: —La pasamos muy bien, Ryan. ¿Cómo has estado?
Ryan se limitГі a encogerse de hombros.
Riley estaba decidida a no dejar que Ryan limitara su comportamiento.
Besó a Blaine suavemente en los labios y dijo: —Gracias por las vacaciones.
Blaine se sonrojГі, obviamente avergonzado por la situaciГіn.
–Gracias a ti, y también a las chicas —dijo.
Crystal le dio la mano a Riley y le dio las gracias.
Blaine le dijo a Riley: —Llámame más tarde.
Riley le dijo que lo harГa, y luego Blaine y su hija se dirigieron a su camioneta.
Riley respirГі profundo y se volviГі hacia la Гєnica persona que quedaba en la sala de estar. Su ex esposo la mirГі con ojos suplicantes.
«¿Qué es lo que quiere?», se preguntó de nuevo.
Generalmente cuando Ryan pasaba por la casa, notaba de inmediato que aГєn era un hombre atractivo, un poco mГЎs alto, mГЎs viejo y mГЎs atlГ©tico que Blaine, y siempre perfectamente arreglado y vestido. Pero esta vez parecГa distinto, arrugado, triste y solo. Nunca lo habГa visto asГ.
Riley estaba a punto de preguntarle quГ© le pasaba cuando dijo: —¿PodrГamos tomarnos un trago?
Riley lo mirГі a la cara por un momento. ParecГa derrotado. Ella se preguntГі: «¿Ha estado bebiendo Гєltimamente?
ВїSe tomГі un par de copas antes de venir aquГ?В»
ConsiderГі brevemente decirle que no, pero luego se dirigiГі a la cocina y sirviГі whisky americano con hielo para ambos. LlevГі las bebidas a la sala de estar y se sentГі en una silla frente a Г©l, esperando a que dijera algo.
Finalmente, con los hombros encorvados, Ryan dijo en voz baja: —Riley, estoy arruinado.
Riley quedГі boquiabierta.
«¿A qué se refiere?», se preguntó.
CAPГЌTULO SIETE
Mientras Riley lo miraba, Ryan repitió las mismas palabras: —Estoy arruinado. Toda mi vida está arruinada.
Riley estaba estupefacta. No recordaba la Гєltima vez que habГa hablado en un tono tan abatido. SolГa ser mГЎs arrogante y seguro de sГ mismo.
–¿A qué te refieres? —preguntó.
Soltó un largo suspiro y dijo: —Paul y Barrett me sacarán del bufete.
Riley no podГa creer lo que escuchaba.
Paul Vernasco y Barrett Gaynor habГan sido los socios de Ryan desde que los tres fundaron el bufete juntos. MГЎs que eso, habГan sido los amigos mГЎs solidarios de Ryan.
Ella preguntó: —¿Qué diablos pasó?
Ryan se encogió de hombros y dijo en voz reticente: —Dicen que soy un riesgo para el bufete.
Solo le tomГі a Riley un minuto adivinar la razГіn por la cual lo estaban sacando del bufete.
–Acoso sexual —dijo.
Ryan hizo una mueca ante las palabras y dijo: —Mira, todo fue un malentendido.
Riley tuvo que morderse la lengua para no decir: —SГ, apuesto a que sГ.
Evitando la mirada de Riley, Ryan continuó: —Se llama Kyanne, y es una auxiliar, y es joven…
A lo que su voz se quebrГі, Riley pensГі: В«Por supuesto que es joven. Siempre son jГіvenes.В»
Ryan dijo: —Y yo pensaba que todo era mutuo. Lo digo en serio. Comenzó con un poco de coqueteo… mutuo, créeme. Luego se intensificó y… bueno, fue a quejarse con Paul Barrett de que el ambiente de trabajo era tóxico. Trataron de manejarlo con un acuerdo de confidencialidad, pero ella no quiso. No se conformó con menos que mi partida.
Se quedГі en silencio otra vez, y Riley tratГі de captar todo lo que no estaba diciendo. No le resultГі difГcil imaginarse un posible escenario. Una auxiliar bonita y vivaz, tal vez una joven ambiciosa con ganas de crecer, lo habГa cautivado.
«¿Hasta dónde llegó Ryan?», se preguntó.
Dudaba que le ofreció un ascenso a cambio de favores sexuales…
«Él no es tan asqueroso», pensó.
Y tal vez Ryan tambiГ©n estaba diciendo la verdad sobre la atracciГіn mutua, al menos al principio. Tal vez incluso habГan tenido una relaciГіn consensual. Pero en algГєn momento, a Kyanne dejГі de gustarle lo que estaba pasando entre ellos.
В«Probablemente por una buena razГіnВ», pensГі Riley.
ВїCГіmo podrГa Kyanne haber evitado pensar que su futuro en el bufete de alguna forma estaba vinculado a su relaciГіn con Ryan? Es un socio de pleno derecho, despuГ©s de todo. Г‰l tenГa el poder en su relaciГіn.
Sin embargo, algo no cuadraba…
Ella dijo: —¿Entonces Paul y Barrett están obligándote a irte? ¿Esa es su solución?
Ryan asintiГі, y Riley negГі con la cabeza con incredulidad.
Paul y Barrett no eran ningunos santos, y Riley habГa oГdo algunas conversaciones bastante obscenas entre los tres a lo largo de los aГ±os. Estaba segura de que su comportamiento no era mejor que el de Ryan, posiblemente hasta mucho peor.
Ella dijo: —Ryan, dijiste que no quiso firmar un acuerdo de confidencialidad.
Ryan asintiГі con la cabeza y tomГі un sorbo de su trago.
Con mucho cuidado, Riley preguntó: —¿Cuántos acuerdos de confidencialidad por acoso sexual has tenido que firmar a lo largo de los años?
Cuando Ryan se volviГі a encoger de hombros, Riley sabГa que habГa dado en el clavo.
Riley añadió: —¿Cuántos acuerdos de confidencialidad han tenido que firmar Paul y Barrett?
Ryan comenzó, —Riley, prefiero no entrar en detalles…
–No, obviamente no —interrumpiГі Riley—. Ryan, te estГЎn usando. Sabes eso, Вїverdad? Paul y Barrett estГЎn tratando de limpiar la imagen del bufete, hacer que parezca que tienen una polГtica de tolerancia cero hacia el acoso. Deshacerse de ti es su forma de hacerlo.
Ryan se encogió de hombros y dijo: —Lo sé. Pero ¿qué puedo hacer?
Riley ciertamente no sabГa quГ© decirle. No querГa compadecerse de Г©l. Llevaba aГ±os excavando este agujero en el que se encontraba. Aun asГ, odiaba lo que sus socios le habГan hecho.
Pero sabГa que no habГa nada que Ryan pudiera hacer al respecto ahora. AdemГЎs, algo mГЎs le preocupaba.
Señalando las maletas, Riley le preguntó: —¿Para qué son?
Ryan miró las maletas por un momento. Luego dijo con voz entrecortada: —Riley, no puedo ir a casa.
Riley jadeГі en voz alta.
–¿A qué te refieres? —preguntó—. ¿Perdiste tu casa?
–No, aún no. Es solo que… —La voz de Ryan se quebró, y luego dijo—: No puedo enfrentar esto solo. No puedo vivir en esa casa solo. Sigo recordando momentos felices contigo y April. Sigo pensando en cómo arruiné todo. La casa me rompe el corazón, Riley.
SacГі su paГ±uelo y se secГі los ojos. Riley estaba impactada. Rara vez habГa visto a Ryan llorar. Ella tambiГ©n sentГa ganas de llorar.
Pero sabГa que tenГa un problema serio que resolver en este momento.
Ella dijo con voz suave: —Ryan, no puedes quedarte aquГ.
Ryan se encogiГі. Aunque Riley no querГa herirlo, tenГa que ser honesta.
–Tengo mi propia vida ahora… una vida muy buena —dijo—. Tengo dos hijas que criar. Blaine y yo tenemos una relación muy seria. De hecho…
Estuvo a punto de hablarle de los planes de Blaine de construir otra ala en su casa.
Pero no, eso serГa demasiado en este momento.
En lugar de eso, dijo: —Puedes vender nuestra antigua casa.
–Lo sГ© —dijo Ryan, aun llorando en silencio—. Planeo hacerlo. Pero entretanto… simplemente no puedo vivir allГ.
Riley querГa hacer algo para consolarlo, darle la mano, darle un abrazo, o algГєn otro gesto fГsico de consuelo.
Era tentador, y sentГa sus antiguos sentimientos por Г©l trepando hasta la superficie…
«No lo hagas —se dijo a sà misma—. Mantén la calma. Piensa en Blaine. Piensa en las chicas.»
Ryan estaba sollozando patéticamente ahora. En una voz verdaderamente frenética, dijo: —Riley, lo siento. Quiero empezar de nuevo. Quiero ser un buen esposo y un buen padre. Ciertamente puedo hacerlo si… lo intentamos de nuevo.
Manteniendo el espacio fГsico entre ellos, Riley dijo: —Ryan, no, no podemos. Es demasiado tarde para eso.
–Nunca es demasiado tarde —dijo Ryan entre sollozos—. Vámonos lejos tú y yo, arreglemos las cosas.
Riley se estremeciГі.
«No sabe lo que está diciendo —pensó—. Está teniendo un ataque de nervios.»
TambiГ©n se sentГa bastante segura de que habГa bebido bastante hoy.
Con una risa nerviosa, Ryan dijo: —¡Ya sГ©! ВЎVamos a la cabaГ±a de tu padre! Nunca he ido, Вїpuedes creerlo? Ni una sola vez en todos estos aГ±os. Podemos pasar unos dГas allГ y…
Riley lo interrumpió bruscamente: —Ryan, no.
Ryan la mirГі como si no pudiera creer lo que estaba oyendo.
Con voz más suave, Riley dijo: —Vendà la cabaña, Ryan. E incluso si no lo hubiera hecho… —Se quedó callada por un momento y luego dijo—: Ryan, tienes que salir de esta tú mismo. Quisiera poder ayudarte, pero no puedo.
Los hombros de Ryan se hundieron. ParecГa estar entendiendo.
Ella dijo: —Eres un hombre fuerte, inteligente e ingenioso. SaldrГЎs adelante. SГ© que sГ. Pero yo no puedo hacer nada por ti. No serГa bueno para mГ, y sabes en el fondo que tampoco serГa bueno para ti.
Ryan asintió miserablemente. —Tienes razón —dijo, su voz más firme ahora—. Es mi desastre para arreglar. Siento haberte molestado. Me iré a casa ahora.
Mientras se puso de pie, Riley dijo: —Espera un minuto. No estás en condiciones de conducir a casa. Yo te llevo. Puedes venir a buscar tu auto cuando te sientas mejor.
Ryan asintiГі de nuevo.
Riley se sintiГі aliviada de que no discutirГan por eso, y que no tendrГa que quitarle las llaves a la fuerza.
Riley finalmente se atreviГі a tomarlo por el brazo para llevarlo a su auto. Realmente parecГa necesitar su apoyo fГsico.
Ninguno de los dos habló durante el viaje. Cuando llegaron a la hermosa casa que compartieron hace un tiempo, dijo: —Riley, hay algo que he querido decirte. Creo que lo has hecho muy bien. Y te deseo toda la felicidad del mundo.
Riley sintiГі un nudo en la garganta.
–Oh, Ryan… —comenzó.
–No, escúchame por favor, porque esto es importante. Te admiro. Has hecho cosas maravillosas. Has sido una gran madre para April, y adoptaste a Jilly y tienes una relación con un buen tipo. Y al mismo tiempo has estado haciendo tu trabajo, atrapando a tipos malos y salvando vidas. No sé cómo lo has hecho. Tu vida es completa.
Riley estaba muy sorprendida… y muy perturbada.
ВїCuГЎndo fue la Гєltima vez que Ryan le dijo algo asГ?
Simplemente no tenГa idea de quГ© decir.
Para su alivio, Ryan se saliГі del auto sin decir una palabra mГЎs.
Riley se quedГі mirando la casa mientras Ryan entraba. Se sentГa mal por Г©l. No podГa imaginarse enfrentar esa casa sola, no con todos los buenos y malos recuerdos que albergaba.
Y esas palabras que habГa dicho…
—Tu vida es completa.
SuspirГі y murmurГі en voz alta:
–No es verdad.
TodavГa le resultaba difГcil criar a dos chicas mientras hacГa su trabajo absorbente y a veces peligroso. TenГa demasiado de quГ© ocuparse, y aГєn no habГa aprendido a manejarlo todo.
ВїSiempre serГa asГ?
ВїY cГіmo encajarГa Blaine en todo eso?
ВїUn matrimonio exitoso incluso era posible para ella?
Se estremeciГі ante la idea de que tal vez estarГa en el lugar de Ryan un dГa.
Luego se alejГі de la casa donde habГa vivido y condujo de vuelta a su hogar.
CAPГЌTULO OCHO
Riley estaba caminando de un lado a otro en su sala de estar.
Se dijo a sГ misma que solo deberГa relajarse, que habГa aprendido a hacerlo en sus recientes vacaciones. Pero cuando lo pensaba, se encontraba recordando lo que su padre le habГa dicho en su pesadilla: —Eres una cazadora, como yo.
Definitivamente no se sentГa como una cazadora en este momento.
В«MГЎs como un animal enjauladoВ», pensГі.
Acababa de llegar a casa despuГ©s de llevar a las chicas a su primer dГa de clases. Jilly estaba encantada de finalmente estar en la misma escuela que su hermana. Los nuevos estudiantes y sus padres asistieron a la ceremonia de bienvenida en el auditorio y luego hicieron un breve recorrido por las aulas. April habГa podido hacer el recorrido con Riley y Jilly.
Aunque Riley no tuvo la oportunidad de hablar largo y tendido con cada maestro, habГa logrado presentarse como la madre de Jilly y a April como su hermana. Algunos de los nuevos maestros de Jilly le habГan dado clases a April en aГ±os anteriores y dijeron muchas cosas lindas de ella.
Cuando Riley quiso quedarse despuГ©s de la orientaciГіn, las dos chicas la molestaron.
—¿Y hacer quГ©? —le habГa preguntado April—. ВїIr a todas las clases de Jilly?
Riley habГa dicho que tal vez lo harГa, provocando un gemido de desesperaciГіn de Jilly.
—¡MamГЎ! ВЎEso serГa muy mala onda!
April se echГі a reГr y dijo: —MamГЎ, no seas sobreprotectora.
Por esa razГіn, Riley habГa decidido respetar el orgullo de Jilly y venir a casa, donde se encontraba ahora. Gabriela habГa ido a almorzar con una de sus primas y luego irГa a comprar comestibles. AsГ que Riley estaba sola en la casa, a excepciГіn de una perra y una gata que no parecГan tener ningГєn interГ©s en ella.
В«ReaccionaВ», pensГі.
Riley fue a la cocina y se sirviГі un aperitivo. Luego se obligГі a sentarse en la sala de estar y encendiГі el televisor. Las noticias eran deprimentes, por lo que colocГі una telenovela diurna. No tenГa idea de lo que estaba pasando, pero al menos la distrajo por un rato.
Pronto se encontrГі pensando en lo que Ryan le habГa dicho durante su visita…
—No puedo enfrentarla solo. No puedo vivir en esa casa solo.
En este momento, Riley entendiГі cГіmo se sentГa.
ВїElla y su ex esposo eran mГЎs parecidos de lo que querГa admitir?
TratГі de convencerse de lo contrario. A diferencia de Ryan, ella cuidaba de su familia.
Las chicas y Gabriela llegarГan a casa mГЎs tarde y todas cenarГan juntas. Tal vez este fin de semana se reunirГan con Blaine y Crystal.
Ese pensamiento recordГі a Riley que Blaine habГa sido un poco reservado con ella desde lo que habГa pasado con Ryan. Riley entendГa por quГ©. Riley no habГa querido hablar con Blaine sobre la visita, dado que parecГa demasiado Гntima y personal, y era natural que Blaine se habГa sentido incГіmodo al respecto.
SintiГі ganas de llamarlo en este momento, pero sabГa que Blaine estaba trabajando mucho para ponerse al dГa con todo en el restaurante ahora que sus vacaciones habГan terminado.
Riley se estaba sintiendo muy sola.
В«Al igual que RyanВ», pensГі.
No entendГa por quГ©, pero no pudo evitar sentirse culpable. Nada de lo que estaba saliendo mal en la vida de Ryan era su culpa. Aun asГ, sintiГі ganas de llamarlo, saber cГіmo estaba, tal vez consolarlo un poco. Pero, por supuesto, esa era una terrible idea. Lo Гєltimo cosa que querГa hacer era darle seГ±ales falsas de que algГєn dГa podrГan volver.
Mientras los personajes de la telenovela pelearon, lloraron y se abofetearon entre sГ, algo se le ocurriГі a Riley.
A veces su propia vida familiar y sus relaciones no parecГan mГЎs reales que lo que estaba viendo en la televisiГіn. La presencia real de sus seres queridos tendГa a distraerla de lo verdaderamente aislada que se sentГa. Pero unas horas en su casa vacГa fueron suficientes para recordarle de lo sola que se sentГa.
HabГa un lugar vacГo en su interior que solo podГa ser llenado por…
ВїQuГ©, exactamente?
В«Por mi trabajoВ», se dio cuenta finalmente.
Pero ВїcuГЎn significativo era su trabajo, para sГ misma o cualquier otra persona?
Una vez mГЎs recordГі algo que su padre le habГa dicho en la pesadilla: —Tu vida es una locura. Buscas hacer justicia para personas que ya estГЎn muertas, exactamente las personas que ya no necesitan justicia.
Ella se preguntó: «¿Eso es cierto? ¿Lo que hago es realmente inútil?»
Estaba segura de que no, dado que detenГa asesinos que sin duda habrГan vuelto a matar.
Salvaba muchas vidas.
Y, sin embargo, para que ella pudiera tener un trabajo que hacer, alguien tenГa que matar… y alguien tenГa que morir…
В«Siempre comienza con muerteВ», pensГі.
Y sus casos la atormentaban a menudo, incluso despuГ©s de que los resolvГa, despuГ©s de que los asesinos eran muertos o llevados ante la justicia.
ApagГі la televisiГіn, la cual solo la estaba irritando. Luego se echГі hacia atrГЎs, cerrГі los ojos y pensГі en su caso mГЎs reciente, el de un asesino en serie en Georgia.
В«Pobre MorganВ», pensГі.
Morgan Farrell habГa estado casada con un hombre rico y abusivo. Cuando fue brutalmente asesinado a puГ±aladas mientras dormГa, Morgan habГa estado segura de que ella lo habГa matado, aunque no podГa recordar haberlo hecho.
Estaba segura de que lo habГa olvidado debido a la gran cantidad de pastillas y alcohol que consumГa.
Y habГa estado orgullosa de lo que creГa habГa hecho. Incluso habГa llamado a Riley por telГ©fono para decГrselo:
—Maté al bastardo.
Finalmente se comprobГі que Morgan habГa sido inocente. Otra mujer trastornada habГa matado al esposo de Morgan, asГ como tambiГ©n a varios otros esposos igualmente abusivos.
La mujer, quien habГa sufrido a manos de su propio difunto esposo, habГa decidido librar a otras mujeres de ese sufrimiento. Riley la detuvo justo antes de que matara por error a un hombre que no era culpable de nada excepto amar a su esposa perturbada y delirante.
Riley repitiГі la escena en su mente, despuГ©s de que habГa luchado contra la mujer y la estaba esposando:
—Adrienne McKinney, queda arrestada.
Pero ahora Riley se preguntó: «¿Y si todo hubiera terminado de otra forma?»
ВїY si Riley hubiera sido capaz de salvar al hombre inocente, explicarle a la mujer el error que habГa cometido y luego simplemente dejado ir?
В«HabrГa seguido matando —pensГі Riley—. Y los hombres que habrГa matado habrГan merecido morir.В»
ВїQuГ© tipo de justicia realmente habГa hecho en ese momento?
Riley se sintió terrible y recordó de nuevo las palabras de su padre: —Tu vida es inútil, una locura.
Por un lado, estaba tratando desesperadamente de vivir la vida de una madre criando a dos hijas, la vida de una mujer enamorada del hombre con el que esperaba casarse. A veces parecГa que lo estaba haciendo bien, y sabГa que nunca dejarГa de esforzarse.
Pero tan pronto como se encontraba sola, esa vida comГєn y corriente parecГa irreal.
Por otra parte, luchaba contra todo pronГіstico para acabar con monstruos. Su trabajo era realmente importante para ella, a pesar de que muy a menudo comenzaba y terminaba con futilidad.
Riley se sentГa miserable ahora. Aunque era temprano, se sintiГі tentada a servirse un trago. Mientras se resistГa a esa tentaciГіn, su telГ©fono sonГі. Cuando vio quiГ©n era la persona que la estaba llamando, dio un gran suspiro de alivio.
TenГa trabajo que hacer.
CAPГЌTULO NUEVE
Durante su viaje al edificio de la UAC, Riley se dio cuenta de que tenГa sentimientos encontrados respecto a volver al trabajo. Cuando Meredith la habГa llamado, habГa sabido por su tono de voz que no estaba de buen humor.
No le habГa dado ningГєn detalle. Solo le habГa dicho que tenГa que asistir a una reuniГіn del equipo en donde se enterarГa de nuevos desarrollos. La habГa aliviado tener una razГіn para salir de la casa y dirigirse a Quantico. Ahora se encontraba preguntГЎndose por quГ© Meredith estaba molesto.
Aproximadamente hace semana y media, le habГa sugerido que fuera a Rushville, Mississippi para investigar un asesinato que acababa de suceder allГ. Riley se habГa negado a hacerlo.
Pero no habГa parecido enfadado con ella entonces. De hecho, hasta le habГa pedido disculpas por molestarla.
—Siento haberte molestado —le habГa dicho—. Sigue disfrutando de tus vacaciones.
Algo habГa cambiado desde entonces.
Fuera lo que fuera, probablemente significaba que tenГa un trabajo que hacer. Riley se animГі a lo que se detuvo frente al gran edificio blanco de la Unidad de AnГЎlisis de Conducta. Se dio cuenta de que sentГa que estaba volviendo a casa.
Mientras estacionГі su auto, Riley abriГі el maletero y sacГі su bolso de viaje, el cual siempre mantenГa listo. SabГa que era bastante probable que se irГa a trabajar en un nuevo caso.
Cuando entrГі en la sala de conferencias, vio que la reuniГіn apenas estaba comenzando. Los dos compaГ±eros de Riley, Bill Jeffreys y Jenn Roston, estaban sentados al otro lado de la mesa con el agente especial Brent Meredith, el jefe del equipo.
Como siempre, la presencia de Meredith era intimidante, sus facciones negras y angulares y su gran contextura.
Pero hoy parecГa mГЎs intimidante que de costumbre. Le frunciГі el ceГ±o a Riley mientras se sentГі a la mesa.
Luego le espetó: —¿Cómo estuvieron tus vacaciones, agente Paige?
Sus palabras hirieron a Riley. En lugar de responder a la pregunta de Meredith, le devolvió la mirada y dijo con firmeza: —Estoy lista para volver al trabajo.
Meredith asintiГі con la cabeza y dijo: —Ahora que todos estamos aquГ, empecemos. Me quedГ© pensando en el asesinato que ocurriГі en Rushville, Mississippi, sobre el cual la policГa local me llamГі. Le pedГ al agente Jeffreys que investigara. Lo hizo, y ahora cree que todos debemos trabajar en Г©l. ВїPodrГas explicar, agente Jeffreys?
–Por supuesto —dijo Bill mientras se acercaba a la pantalla en el frente de la sala. Bill habГa sido el compaГ±ero y amigo cercano de Riley durante muchos aГ±os, y Riley estaba feliz de verlo aquГ. TenГa su misma edad y era un hombre llamativo cuyo cabello oscuro tenГa varias canas.
Bill hizo clic en un control remoto y un par de fotos aparecieron en la pantalla. Una era de un hombre de aspecto taciturno de unos cincuenta aГ±os. El otro era el cadГЎver del mismo hombre tendido en un piso de madera con una sola herida profunda y redondeada en su frente.
Apuntando a las fotos, Bill explicГі: —Gareth Ogden fue asesinado en su casa en Rushville hace once dГas. El asesinato tuvo lugar a las ocho y media de la noche. Fue muerto por un solo martillazo en la frente.
Mirando a Riley y Jenn, Meredith aГ±adiГі: —Este fue el asesinato por el que la policГa local llamГі a la UAC. Fue muy insistente, razГіn por la cual terminГ© hablando con ella personalmente. Estaba preocupada por la semejanza de la muerte de Ogden a los asesinatos sin resolver de una familia de Rushville hace diez aГ±os.
–Eso es correcto —dijo Bill—. Empecé a investigar, y esto fue lo que encontré.
Bill hizo clic en el control remoto de nuevo, y un nuevo conjunto de fotos aparecieron. Un hombre y una mujer yacГan en una cama empapada de sangre, sus crГЎneos literalmente pulverizados. Las otras dos vГctimas, asesinadas de forma idГ©ntica, yacГan en sus propias camas. Uno era un adolescente y la otra una niГ±a que parecГa tener unos diez o doce aГ±os de edad.
Bill explicГі: —Mientras que la familia Bonnett dormГa, un intruso entrГі en su casa. Primero asesinГі a la hija, Lisa, en su dormitorio. DespuГ©s de eso, entrГі a la habitaciГіn de su hermano, Martin, y tambiГ©n lo matГі mientras dormГa. Finalmente se dirigiГі a la habitaciГіn de los padres. GolpeГі la cabeza de Leona Bonnett mientras dormГa. Su esposo, Cosmo, al parecer despertГі, razГіn por la cual se produjo un breve forcejeo antes de que se finalmente se convirtiГі en la Гєltima vГctima.
Jenn Roston miró la pantalla y dijo: —Es impactante. Pero no veo ninguna conexión entre el asesinato de la familia y la muerte de Ogden, aparte del arma utilizada.
Riley asintiГі con la cabeza. Jenn era una joven afroamericana quien ya habГa demostrado ser una agente muy competente durante el poco tiempo que tenГa en la UAC. Riley y Jenn habГan trabajado juntas en varios casos. Aunque su relaciГіn habГa sido difГcil al principio, ahora confiaban mucho la una en la otra.
Meredith dijo: —ExplГcate, agente Roston.
Jenn seГ±alГі las fotos espeluznantes en la pantalla y dijo: —Los asesinatos Bonnett fueron notablemente brutales. Parece que cada una de sus cabezas fue golpeada en repetidas ocasiones, un golpe tras otro. El asesino tenГa rabia, tal vez tenГa algo en contra de la familia. Agente Jeffreys, ВїpodrГas mostrarnos las otras fotos de nuevo?
Bill hizo clic en el control remoto y las fotos de Ogden aparecieron.
Jenn seГ±alГі la foto de su cadГЎver y dijo: —El asesinato de Ogden fue rГЎpido y limpio en comparaciГіn. MuriГі a causa de lo que parece ser un solo martillazo. El asesino no parece haber tenido rabia. Este asesinato fue a sangre frГa y… ВїcuГЎl es la palabra que estoy buscando? Casi quirГєrgico.
Riley estaba intrigada, dado que lo que Jenn estaba diciendo tenГa sentido.
–SГ, y los asesinatos con martillos son bastante comunes —dijo Riley—. PodrГa ser solo una coincidencia.
Meredith le preguntó a Bill: —¿Qué tan grande es el pueblo de Rushville?
Bill dijo: —Es un pueblito en la costa del Golfo, con una poblaciГіn aproximada de 6500 personas. Eso es parte de lo que me molesta. Normalmente no hay crГmenes violentos allГ, solo algunos asaltos a mano armada, robo y hurto y autos robados. Entonces si es una coincidencia, es una muy rara; un nuevo asesinato cometido con un martillo en un pueblo en el que usualmente nada pasa.
Jenn se rascГі la barbilla y dijo: —¿Entonces crees que el asesino ha estado inactivo durante todo este tiempo? Me parece difГcil de creer.
–A mà no —dijo Bill—. ¿Estás familiarizada con el llamado «Asesino ATM»?
Jenn negГі con la cabeza.
Riley sГ sabГa del asesino al que Bill se referГa, y estaba interesada en escuchar lo que plantearГa.
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